En medio de un mundo lleno de confusión, religiones, tradiciones y doctrinas humanas: ¿Cómo ser verdaderamente fiel a Jesús y a Su Palabra? Jesús mismo dijo que edificaría Su iglesia, una comunidad visible, guiada por el Espíritu Santo, obediente a los mandamientos de Dios y centrada en el evangelio eterno. Cómo identificar a la iglesia, no por su nombre, sino por sus características según las Escrituras
Apocalipsis 7:17
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida…”
1. La Iglesia nace de Jesús y continúa el plan de Dios con Su pueblo
Jesús fundó una iglesia. No una institución humana, sino una comunidad de fe edificada sobre Él mismo:
Efesios 2:20 «Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.»
Colosenses 1:18 «(Cristo) es la cabeza del cuerpo que es la iglesia… el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.»
1 Corintios 3:11 «Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.»
Jesús es el fundador, cabeza y sostén de Su iglesia. No fue establecida por tradición humana ni por autoridad terrenal, sino por voluntad divina. Su iglesia nace en el momento en que el sacrificio del Calvario abrió las puertas de la salvación, y el Espíritu Santo fue derramado sobre los creyentes como poder capacitador y guía.
Desde entonces, la iglesia ha sido el cuerpo viviente de Cristo en la tierra, llamada a reflejar Su carácter y a continuar Su obra. Es en Él donde la iglesia encuentra su unidad, propósito y autoridad. Toda enseñanza, práctica y misión legítima nace de Su ejemplo y de Su Palabra.
Desde el principio, Dios ha tenido un pueblo. En gran parte del Antiguo Testamento, ese pueblo fue Israel, llamado para ser luz a las naciones y testigo del único Dios verdadero Isaías 49:6 . Pero cuando Israel como nación rechazó definitivamente a Jesús como Mesías, Dios extendió Su llamado a todo el mundo como se había profetizado Isaías 56:6-7 , no según linaje físico, sino por fe en Jesucristo. Así nació el nuevo Israel espiritual, compuesto por todos los que aceptan a Jesús como Salvador y lo siguen.
Gálatas 3:29 «Si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.»
Romanos 2:28-29 «Porque no es judío el que lo es exteriormente… sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu.»
La iglesia de Jesús es, por tanto, la continuación del plan de Dios con Su pueblo. No ha sido reemplazada, sino ampliada. Todos los que responden a Su llamado y viven conforme a Su Palabra son parte del verdadero pueblo de Dios.
Hechos 2:47 «El Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.»
Efesios 4:11-12 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Cristo dio diferentes roles a su iglesia para capacitar a los creyentes y fortalecer espiritualmente a toda la comunidad.
La iglesia de Jesús es una comunidad de salvados, redimidos por Su sangre, comprometidos con Su misión.
2. Características de la iglesia según la Biblia: Guarda los mandamientos y tiene la fe de Jesús
Apocalipsis 14:12
«Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.»
La iglesia de Dios se distingue por su fidelidad a la verdad revelada en la Biblia. Es una comunidad centrada en Cristo, que guarda los mandamientos de Dios, permanece guiada por el Espíritu Santo y vive su fe con amor, esperanza y unidad. No se identifica por tradición humana, sino por su obediencia, su misión y su fruto espiritual. Estas características no se basan en apariencias externas ni popularidad, sino en frutos espirituales y fidelidad a la verdad bíblica. «Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.» Juan 17:17
- Jesús es su líder Efesios 5:23
- Obedece la Palabra de Dios por encima de tradiciones humanas Marcos 7:7-9
- Guarda los Diez Mandamientos Juan 14:15
- Cree en los dones espirituales, incluyendo el don profético 1 Corintios 12:28
- Predica el evangelio eterno a todo el mundo Mateo 24:14; Apocalipsis 14:6
- Es guiada por el Espíritu Santo Juan 16:13
- Es un pueblo unido en fe, esperanza y amor Efesios 4:4-6
¿SI JESÚS CUMPLIÓ LA LEY EN LA CRUZ, DEBO seguir LA LEY?
Uno de los debates más recurrentes en el cristianismo es la relación entre la Ley y el creyente después de la cruz. Algunos argumentan que, como Jesús «cumplió» la Ley en la cruz, ya no es necesario seguirla. Otros sostienen que, aunque Jesús cumplió la Ley, los creyentes siguen llamados a obedecerla
Apocalipsis 12:17
«Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.»
Jesús también enseñó en la parábola de Juan 10:11 que Él es el Buen Pastor y sus «ovejas» representan a sus seguidores. Cuando dice que tiene “otras ovejas que no son de este redil”, se refiere a personas que aún no forman parte visible de su pueblo, pero que también le pertenecen y están abiertas a su llamado. Él promete que un día habrá un solo rebaño y un solo Pastor, es decir, unidad en la verdad bajo su guía.
- Dios tiene hijos sinceros en diferentes iglesias y contextos religiosos.
- No todos los que le pertenecen están aún dentro del redil visible.
- Su llamado es a la unidad basada en la verdad y en su Palabra.
- No todos los que están dentro de la iglesia hoy acabaran siendo salvos.
3. El llamado a salir de la confusión (Babilonia) en el tiempo del fin
Apocalipsis 18:4
«Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.»
Este mensaje representa uno de los llamados más solemnes y urgentes de toda la Biblia. En el contexto del Apocalipsis, «Babilonia» simboliza un sistema de confusión espiritual, mezcla de verdad y error, que se ha apartado de los principios puros de la Palabra de Dios. A través de este llamado, Dios muestra Su profundo amor por aquellos que aún están en medio de doctrinas humanas, engaños religiosos o sistemas que no honran plenamente a Cristo ni obedecen Sus mandamientos.
Dios no acusa ni condena a las personas sinceras que aún no han conocido toda la verdad. Al contrario, Él las llama «pueblo mío». Este llamado es una invitación a dejar el error y caminar en mayor luz. Es una muestra de Su paciencia y misericordia, extendida a todo corazón sincero dispuesto a buscar y aceptar la verdad tal como está en Jesús.
El llamado a salir no implica rechazar a las personas, sino abandonar el sistema que no está alineado con la voluntad de Dios. El objetivo no es dividir, sino reunir: Jesús está formando un pueblo unido en la verdad, guiado por el Espíritu Santo y preparado para Su segunda venida.
- Juan 8:32 «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.»
- Gálatas 6:7 «No erréis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.»
- 2 Corintios 6:17 «Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré.»
Este llamado no es para unos pocos, sino para todos los que desean vivir en fidelidad y amor a Cristo. En este tiempo profético que vivimos, Dios está sacando a sus hijos de la confusión religiosa para formar un pueblo visible, obediente, lleno del Espíritu y centrado en el evangelio eterno. Atender este llamado es parte del proceso de restauración espiritual que Dios está llevando a cabo antes del regreso de Jesús.
4. La misión de la iglesia: Preparar un pueblo para el regreso de Jesús
Mateo 5:14-16
«Vosotros sois la luz del mundo… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.»
La iglesia de Jesús no fue establecida para encerrarse ni funcionar como un club religioso exclusivo. Su propósito es profundamente misionero: llevar luz, verdad, esperanza y salvación a un mundo herido, confundido y necesitado del amor de Dios. En cada generación, el pueblo de Dios ha tenido un mensaje que proclamar. Hoy, en el tiempo del fin, esa misión es más urgente que nunca.
Jesús encargó a sus seguidores la tarea de ir a todo el mundo y anunciar las buenas nuevas de salvación, llamando a las personas al arrepentimiento, a la fe en Él, y a una vida transformada. Esta misión está claramente expresada en el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12 , que resume el llamado final de Dios a toda la humanidad: adorarlo como Creador, salir de la confusión espiritual, y prepararse para el juicio.
- Apocalipsis 14:6 «Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra…»
- Apocalipsis 14:7 «Dad gloria a Él, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.»
La misión de la iglesia incluye:
- Compartir el mensaje de la salvación por gracia mediante la fe en Cristo.
- Invitar a las personas a obedecer los mandamientos de Dios como respuesta de amor.
- Llamar a la adoración verdadera y restaurar la verdad bíblica.
- Preparar un pueblo para el regreso de Jesús, firme en la fe y lleno del Espíritu Santo.
Marcos 16:15
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.»
Esta no es una misión humana, sino un encargo celestial. Y cada creyente tiene un papel que cumplir. El Espíritu Santo equipa a la iglesia con dones diversos, y el amor de Cristo impulsa a cada discípulo a compartir la esperanza que ha recibido. La iglesia de Jesús es un faro de verdad y gracia en medio de la oscuridad del error y la indiferencia espiritual. Su misión es urgente. Su mensaje, eterno. Su recompensa, segura. «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.» Marcos 16:15
Apocalipsis 14:4
“Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va…”
A lo largo de la historia, Dios siempre ha guiado a un pueblo fiel que se mantiene firme en medio del error, la confusión y la persecución. Hoy, la invitación sigue en pie: ser parte de esa comunidad espiritual que refleja el carácter de Jesús, guarda Sus mandamientos y proclama el evangelio eterno al mundo.
La iglesia de Jesús no es definida por la mano humana ni por su fama, sino por su fidelidad a la Palabra, su compromiso con la misión y su amor al prójimo. En tiempos de engaño y apostasía, Dios levanta un remanente que permanece firme, lleno del Espíritu Santo, con los ojos puestos en Cristo y con esperanza viva en Su pronto regreso.
¿Responderás a ese llamado?
¿Para que bautizarme?